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Aproximadamente desde la década del 70 se fue difundiendo este movimiento, formándose grupos centrados en algún deporte, que además de la práctica adoptaban estilos comunes que dotaban de un rasgo de identidad a sus impulsores; como “jerga”, vestimentas, actitud, etc.
Los deportes urbanos no son nada nuevo; desde principios del siglo XX, por ejemplo, niños y jóvenes improvisan canchas de fútbol en las calles de las ciudades a falta de mejores opciones.
Lo novedoso es el concepto de deporte urbano como fenómeno social, como estilo de vida y como filosofía. Algunos nacieron como deportes urbanos, otros son adaptaciones de otros deportes al ámbito urbano debido a la falta de acceso a lugares más apropiados o por adaptaciones intencionales. En el segundo grupo, hay deportes que se “importaron” naturalmente a las calles de las ciudades como consecuencia de la acelerada urbanización, este proceso se dio de manera natural y sin que los deportistas sintieran que integraban un grupo particular; otros – al igual que los deportes nacidos como urbanos – son adaptaciones con deportistas identificados con su filosofía y hasta fundadores reconocidos.
En torno a varios deportes, grupos de jóvenes han conformado algo similar a “tribu urbanas”. Esto afirma su aspecto social extra-deportivo e incrementa las posibilidades de un desarrollo filosófico subyacente de la misma manera que sucede con algunos estilos musicales. Es importante resaltar los deportes urbanos extremos. Estos, se destacan por el riguroso entrenamiento físico y técnico, la exploración y superación de límites, y la actitud psicológica ante los desafíos.
Los Deportes Urbanos extremos son todos aquellos deportes de riesgo controlado, relacionados a las actividades de ocio y con algún componente deportivo, cuya práctica está sujeta a espacios y condiciones dadas por la urbe. Como tal, la práctica de todos estos deportes, además de la actividad física, involucran una serie de reglas y/o normas a desempeñar dentro de un espacio o área determinado, y donde la capacidad física y técnica del competidor son la base primordial para determinar su resultado.
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.