Así como los adultos, los adolescentes también pueden sufrir de ansiedad, estrés, cansancio, entre otras afecciones que pueden influir para que adopten ciertos comportamientos que se salen de la cotidianidad.
Comerse las uñas, chupar dedo y brincar son los hábitos más comunes en los pequeños que sienten presión o estrés.
La Ansiedad es normal y muy útil cuando nos enfrentamos a una situación difícil. Por ejemplo, es normal que experimentemos ansiedad antes de un examen o al hablar delante de un grupo de personas, y nuestra ansiedad nos ayuda a prepararnos ante la difícil tarea. Sin embargo, La Ansiedad puede ser pasada por alto en los Niños.
Los niños experimentan diversos estados de miedo y ansiedad desde el momento en que nacen. A veces es fácil saber si un niño está ansioso por su llanto y comportamientos. Pero a veces, es difícil identificar esta ansiedad en los niños. Algunos niños expresan su ansiedad a través de rabietas o conductas desafiantes. Algunos niños nacen con un temperamento ansioso y parecen estar ansiosos ante muchas situaciones desde el principio. Se cree que hasta el quince por ciento de los bebés nacen con un temperamento más ansioso.
Como identificar adolescentes con ansiedad excesiva.
Los adolescentes que luchan en contra de la ansiedad excesiva pueden mostrar lo siguiente: pesimismo y patrones de pensamiento negativos, como imaginarse en el peor de los casos, exagerar las cosas negativas, mostrar rigidez e inflexibilidad, la autocrítica, tener pensamientos de culpabilidad, etc. Ira, agresión, agitación, irritabilidad, rabietas, oposición y desafío constante, preocupación por las cosas que pueden suceder o que hayan ocurrido, llanto, tener quejas físicas tales como dolor de estómago, dolores de cabeza, fatiga, etc. comportamientos de evitación, como evitar las cosas o lugares o negarse a hacer las cosas o ir a lugares, dificultades para dormir, como dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, pesadillas, terrores nocturnos o tener un apego excesivo, perfeccionismo y ansiedad por la separación, problemas de memoria y de concentración en las actividades y las interacciones familiares, trastornos alimenticios en la familia.
Ayudemoslo los adolescentes ansiosos pueden beneficiarse en
gran medida por el apoyo de sus padres. Los siguientes consejos les
proporcionará algunas ideas para ayudarles a lidiar mejor con un niño
ansioso.
Las rutinas y estructuras coherentes-los padres deben establecer
rutinas diarias y una estructura. Las rutinas diarias reducen la
ansiedad y destacan patrones predecibles. Una rutina regular le dará un
sentido de control tanto a los padres como el adolescente. Los jovenes ansiosos
no enfrentan con éxito un estilo de vida familiar desorganizado y
espontáneo. Se debe estar pendiente de las necesidades básicas del joven
en casa, especialmente para evitar en el/ella la fatiga y el hambre.
Establecer una rutina regular a la hora de irse a dormir que consta de
actividades (p. ej., baño, lectura de los padres, hablar con sus
padres), la cual ayuda al joven a relajarse gradualmente.Proporcionar oportunidades para hacer ejercicio- El Ejercicio es útil para ayudarle al cuerpo del adolescente a aliviar el estrés y para relajarse.
Es muy importante para los adolescentes tener límites y consecuencias al romper los límites-Los adolescentes se sienten seguros cuando hay límites y se establecen restricciones en cuanto a los comportamientos inapropiados.
Ayude a que su hijo/a comprenda que la negativa y el pesimismo sobre las cosas que se diga a sí mismo/a no son útiles y pueden influir en la manera en como se siente y se comporta. Por ejemplo, el pensar (o decir), “estoy tan desesperada, nunca me ayudan”, puede hacer que ella se sienta enojada, desesperada, triste y en última instancia aún más ansiosa. Al cambiar los pensamientos negativos a unos mas positivos puede ser mas útil, como por ejemplo, diciendo o pensando, “Si sigo practicando, entonces lo haré mejor”, o “incluso si he cometido un error, puedo aprender y hacerlo mejor la próxima vez”, los niveles de ansiedad de su hijo se reducirán. Una vez más, recuerde que debe darle tiempo a que su hijo pueda expresar primero sus pensamientos negativos sobre sus preocupaciones y miedos antes de ayudarle a encontrar una forma más útil de pensar acerca de la situación.
Recuerden que como padres, su verdadero poder proviene de la fuerza y la calidad de relación con su hijo. Entre más sólida sea la relación de padre-hijo, más su hijo deseara comportarse de tal manera que se encuentre cerca de sus propios valores y no deseara decepcionarlos. Entender la importancia de la relación padre-hijo en la eficacia de las estrategias de disciplina puede ser resumido a través del concepto de reciprocidad. Reciprocidad significa que el padre que muestra su disposición a cooperar con el adolescente, fomentara la buena disposición del adolescente a cooperar con el padre.
1 Pedro 5:6-7
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que a su tiempo se pueden exaltará,
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
