Casi todos los fracasos se les pueden atribuir a personas que tienen el hábito de dar excusas. Cuando usted es bueno dando excusas, es difícil destacarse en ninguna otra cosa. El libro de Proverbios dice: «En toda labor hay fruto;Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.». No haga excusas, en cambio, progrese. Tal vez haya muchas razones para el fracaso, pero no hay ni una excusa. Nunca deje que un desafío se convierta en una excusa.
Usted tiene una elección: puede dejar que un obstáculo sea una excusa o una oportunidad. Ninguna excusa va a apoyar jamás su propósito en la vida. La persona que en realidad quiere hacer algo, encuentra la forma de hacerlo; los demás encuentran una excusa. “El éxito es asunto de suerte”; solo le tiene que preguntar a alguien que ha fracasado. No crea en esa excusa.
La lección del error
A la edad de treinta y tres años, Paul Galvin había fracasado dos veces en los negocios. Asistió a una subasta de su propio negocio de vender baterías. Con sus últimos $750 dólares, compró una parte de dicho negocio. Esa parte se convirtió en la compañía Motorola. Cuando se retiró en la década del sesenta, dijo: «No les teman a los errores. Van a conocer el fracaso, pero continúen hacia delante».
George Bernard Shaw dijo: «Una vida pasada cometiendo errores es más útil que una vida pasada no haciendo nada».
Si espera que su vida sea perfectamente ajustada a sus especificaciones va a vivir una vida de frustración continua. David McNally observó: «La vida llena de errores es mucho más satisfactoria, más interesante y más estimulante que la vida que nunca ha tomado riesgos o ha tomado una posición sobre algo». ¿Cuál es la diferencia entre los campeones y las personas promedio? Tom Hopkin dice: «La diferencia más importante entre los que son campeones y la persona promedio es la habilidad de aquellos de manejar el rechazo y el fracaso».
Escuche las palabras de S. I. Hayakawa: «Observe la diferencia en lo que sucede cuando un hombre se dice a sí mismo: ‘He fracasado tres veces’, y lo que sucede cuando dice: ‘Soy un fracasado’». El fracaso es una situación, nunca es una persona. Usted no puede conducir por el camino hacia el éxito sin que se le pinchen uno o dos neumáticos. A menudo los errores son los mejores maestros. El libro de Eclesiastés aconseja: «En el día del bien, goza del bien; y en el día de la adversidad, considera».
Oswald Avery aconseja: «Cada vez que se cae, recoja algo».
El hombre que inventó el borrador había entendido bastante bien a la raza humana. Usted encontrará que las personas que no hacen errores, tampoco hacen ninguna otra cosa. Es verdad: usted puede sacar ventaja de sus errores. Es por eso que estoy convencido de que voy a llegar a ser millonario.
El fracaso no es caerse, sino quedarse caído. Sea como Jonás, que cuando fue tragado por un enorme pez, probó que un buen hombre no puede permanecer caído. Recuerde que un tropezón no es una caída. En realidad, un tropezón puede evitar una caída.
Extracto tomado del libro «Conozca sus limites» por John Mason.